La reina Isabel y el príncipe Harry se reunieron para almorzar por primera vez desde que este se mudó a Canadá.
La matriarca de la monarquía británica, la Reina Isabel II se juntó con su nieto el príncipe Harry en el Castillo de Windsor en Reino Unido para “liberar las tensiones”. En este sentido, se dio a conocer que ambos mantuvieron una conversación de cuatro horas.
Cabe destacar que, en la extensa conversación Isabel le comentó a su nieto que él “siempre sería bienvenido” si quería volver a ser un real de primera línea, sin embargo, lo mejor sería regresar a la familia antes de su fecha oficial de salida el 31 de marzo.
Por otro lado, el medio People destacó que esta reunión no fue una «cumbre de alto nivel», sino un almuerzo almorzaron para comer salmón escalfado y ensalada después de que el Príncipe llegara al Castillo de Windsor alrededor de la 1 pm del domingo, agregando que «Era un ambiente mucho más relajado y ambos podían decir lo que pensaban».
Finalmente, lo que realmente molestó a la monarca de todo el Megxit fue la decisión de Meghan y Harry de irse a América del Norte y no quedarse en Inglaterra, pues a ella «le encantaría ver más» a su bisnieto Archie, de nueve meses.